BICICLETAS
Issar Ramon Aguilera
El mundo esta lleno de ciclistas que van a contramano, una literaturiedad de espantos biciclos miopes que le juegan una carrera injusta a los hombres descalzos. Cansado de estar cansado de estar pendiente de tus ojos, me siento pendiente de tus espasmos nocturnos, del comienzo abroquelado de tus nalgas, del hirsuto movimiento gris de tus pestañas. Tus voces son suaves insultos que caminan en mi espalda, que por las noches me apalean la razón, que no me dejan dormir, que me cobijan los dientes de leche. Sueño, de a ratos, con el soplo de tu corazón, con extremar la blandura de tus besos para saciarme de vos. Endilgo millones de discursos desparejos a tu santa inquisición y con ella me nutro de desaforadas formas triviales. Nunca jugué a la escondida en otoño, nunca fornique desnudo en una playa sin arena. Me supe hacer el loco cuando fue necesario y aún recuerdo el batallón de ciclistas que nos acosaban en el agua mientras fingíamos hacer el amor.
¡Qué tremendidad de ruedas pareadas! ¡qué conjunto imbécil de ruedas clarean por la noche la luz de esos ojos intensos que me rebanan de a poco, la paz!
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