(A Mario Sarabí)
I.
Ni siquiera somos capaces de algún merecimiento// vos y yo nadamos en recesos y contingencias // rechazamos ofertas de espectáculos oscuros// y nos creemos centinelas del fracaso…//Claro…//no lo demostramos//somos el cartílago furioso de otra contingencia…//y cada vez nos suicidamos con menos frecuencia.//Nos gusta recibir los cadenazos en las piernas//tener (sin poder)la sabiduría del anciano// contener el llanto// acariciar colores//Nos gusta recibir los cadenazos en la lengua//campo fértil…lid de parición.
II.
Vos y yo no sabemos nada de las burlas// cometemos siempre los mismos errores// no apostamos nunca al ganador//solemos salir despacio y con las manos vacías//cada cual con su verdad//cada cual con su diablo//en pantuflas por si acaso// y con un hasta luego por si es necesario.
III.
Nosotros no tenemos más piel// nos la llevaron los buitres en el último festejo// nosotros no tenemos más piel//nos la comieron los buitres de la ultima cena// y se llevaron también el sobrepeso//volando hacia la noche del día de mañana// hasta tarde del día después de medianoche//nos rasgaron decenas de espectáculos silvestres//nos acribillaron por la espalda//nos robaron todo y
¡no
nos
dejaron
nada! No decidimos entusiasmarnos…// todos
perdemos alguna vez//sobre todo nosotros que casi siempre perdemos alguna vez// nosotros que casi nunca ganamos// y que alguna vez ganamos algo// a pesar de esas veces// en que perdimos todo a la vez.
IV.
¡Que hermoso par de difuntos nosotros dos!// ¡Qué desastre de azote! ¡Qué guerra de abanicos!// ¡Qué personajes siniestros somos los dos!// ¡Qué género ya extinguido de hijos de puta!// ¡Qué par de oficios nefastos! //¡Qué ignorancia empobrecida!// ¡Qué postal de retirados!// vos y yo.
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