jueves, septiembre 21, 2017

DANIEL DA ROSA: "ENTRE EL CIELO Y EL RIO. ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE"

ENTREVISTA 8 – 07/05/2017



.
POETAS WHATSAPPEADOS. Ciclo de entrevistas de Poetas del Interior (PdI)
(Siempre) Generando DESDE el interior...


Daniel Da Rosa, nacido en Santa Lucia, Canelones. Profesor, poeta y dramaturgo, es un constante buscador de realidades poéticas, abierto siempre a los aportes del entorno y a las relaciones intergeneracionales que dejen en él nuevas experiencias y nuevos desafíos. Atento a las expresiones artística que lo rodean es un fiel enredador de versos, un aprovechador de momentos porque para él, muchas veces la lírica son “momentos” que deben sortear el filtro de sus emociones y de su humanidad para explotar en versos.

POETAS DEL INTERIOR: ¿Quién es Daniel Da Rosa?

DANIEL DA ROSA: Bien, como bien dijiste mi nombre es Daniel Da Rosa. Soy de Santa Lucía, departamento de Canelones. Soy del '54 así que ustedes saquen la cuenta de la edad que tengo. Soy docente de Idioma Español. Estoy actualmente integrando un grupo de teatro que se llama “Pilares”. Estamos en este momento en la regional de Fray Bentos, ciudad que ya estoy queriendo mucho. Me gusta mucho Fray Bentos. Y bueno, desde el punto de vista literario mis antecedentes, por decirlo de alguna manera, comienzan allá por los años setenta y pico haciendo letras de canciones para un grupo que se llamó Minotauro, de Santa Lucía, después llegué a hacer algunas letras para el grupo de Montevideo Cantaliso. Y bueno... desde los catorce años, más o menos, quizás antes, ya había empezado a escribir poesía y... bien, después vino, ya sabemos, la dictadura, mucho no se podía hacer pero sin embargo seguimos escribiendo y combatiendo... también por decirlo de algún modo, ¿verdad? Y finalmente al regreso de la democracia, ya con cierta madurez empezamos a escribir de otra forma y como que se fue abriendo un poco... abriendo los caminos para compartir la poesía que uno hace. Allá por el setenta y pico también llegué a publicar un libro que se llamó “No me toques mi poesía” por una editorial que habíamos hecho con unos amigos que se llamaba Editorial Del Tren. Con esa editorial logramos editar, si mal no recuerdo, cuatro libros, entre ellos el mío. En aquella época la economía no era muy buena. No vendíamos muchos libros y terminó sucumbiendo la editorial. También había hecho, a través del viejo mimiógrafo, habíamos hecho algunos libros artesanales. Ahí hicimos un libro que se llamó “Las Primeras Armas”, también de poesía y bueno, solo me queda como objeto único que tengo en casa, porque hicimos pocos ejemplares, se vendieron y no sé quienes los tendrán. Además, te puedo decir otra cosa, en esa época también llegué a integrar un grupo de teatro que se llamaba “Grupo de Teatro Contemporáneo” también de Santa Lucía... y, capaz que se me escapa alguna cosa. Bueno, después sí, escribí poemas en algunas revistas también, “Bicéfalos”. Además tengo algún material en la página web derechodigital.com. Ustedes pueden entrar por esa web y van a encontrar ahí mucho material de poesía de narrativa... está muy bien esa página, la recomiendo... y bien, no sé, en este momento, se me puede escapar alguna otra cosa pero...


PdI: Contame Daniel qué estás haciendo específicamente hoy acá, en Fray Bentos.


D.D: Bueno, eeehh. Con el grupo de teatro Pilares estamos aquí representando una obra que escribí y quiero hacer hincapié en que la escribí porque las tres actrices jóvenes a quienes el Director del grupo Nelson Castillo les dio la oportunidad de actuar, porque como bien dice él hay que darle también cabida a la gente joven en esto del arte, en este caso en el teatro y así tendría que ser con todo, ¿no?, literatura, teatro, cine, pintura. Yo creo que sí, los jóvenes ya tienen que estar junto con nosotros los, entre comillas, dinosaurios del arte. Y bueno, en base a unas ideas de estas tres actrices, tres ideas diferentes, surgieron tres relatos diferentes. El primero tiene que ver con la violencia de género, el abuso sexual. El otro relato tiene que ver con el suicidio y la soledad del adolescente porque pensemos que el suicidio no solo pasa en Suecia, en Japón y en China, sino también acá en Uruguay y si bien el personaje fue tomado desde un punto de vista japonés pero hay mucho de nosotros, y el tercer relato tiene que ver con las andanzas de una estudiante en un ómnibus, sobre todo en los ómnibus que van de Santa Lucía a Montevideo a diario y las peripecias que sufre esa estudiante que es una especie de comedia. No deja de ser un drama allá, viajar de Santa Luía a Montevideo, pero lo hicimos en tono de comedia. Y bueno, estamos en esta regional aquí en Fray Bentos, esperemos que el jurado nos elija para participar en la Bienal de Paysandú, que se va a realizar muy pronto también y bien, por eso estoy aquí en Fray Bentos.


PdI: Como esta página apunta básicamente a la poesía quería preguntarte, cómo llegaste a la poesía o, dicho de otra manera, ¿Vos llegaste a la poesía o la poesía llegó a vos?


D.D: Yo creo que en mi caso la poesía llegó a mí. Puedo contar la anécdota de cómo llegó porque la recuerdo nítidamente. Espero no aburrir con esto (se ríe), pero resulta que tenía doce años, ya estaba en sexto grado, yo vivía en esos momentos en Los Cerrillos, un pueblo... una ciudad ahora del departamento de Canelones y un amigo de la infancia, de sexto grado se había enamorado de una chica y no sabía cómo decirle de ese enamoramiento. Me preguntó a mí, y yo menos sabía que él pero le dije que sí que lo iba a ayudar que podíamos escribirle una carta ya que no quería encararla, o sea cara a cara, y después que se fue me quedé preguntando... ¡¡fáhh!! ¿En qué me metí? ¿En camisa de once varas? ¿Cómo hago yo para escribir una carta si nunca he escrito una carta y menos de amor ¡y a los doce años! En aquella época era muy usual encontrar en las casas, los cancioneros, los cancioneros de ese momento y empecé a leer las canciones, empecé a encontrar como que había un poco, desde ese punto de vista infantil, digamos, empecé a encontrar cierta poesía, empecé a robar ideas y bueno, armé una carta que me quedó espectacular. De manera que mi amigo tuvo éxito con la chica que, confesémoslo ahora, a mí también me gustaba (risas) y bueno, después de eso empecé a leer más cancioneros que, obviamente me llevaron a los libros, y ahí la poesía me atrapó, me atrapó de esa manera y así seguí.



PdI: ¿Te animás a definir tu poesía? ¿Tiene un estilo propio?

D.D: Bueno... esa sí que es una pregunta difícil porque si bien los que conocen mi poesía dicen que tengo un cierto estilo, yo no me doy cuenta del mismo porque en realidad yo escribo con sensaciones, con las vivencias. No es que busque un tema en particular ni que me dedique a hacer un trabajo en capítulos o en esa forma, no. Creo que no tengo un estilo sin embargo lo que quizá me defina como estilo es hacer el verso libre, todo lo que escribo es en verso libre. Hasta a la prosa también la hago en forma libre, faltándole el respeto a las comas y los puntos y yo creo que anda por ahí mi forma de ser. Yo creo que ahora releo mis poemas y tienen mi forma de ser como persona y que tiene que ver con mi forma de sentir el mundo, de ver el mundo. Y no mucho más. No te puedo decir mucho más porque no me gusta encasillar a ningún poeta y menos a mí porque por ejemplo ¿qué me pasa con la poesía de los otros poetas? Que más allá de la sintaxis y todo lo que tenga que ver con lo gramático, par mí todo eso resulta secundario después de ver qué sentí con lo que leí.



PdI: ¿Así que la idea es no encasillarte ni concentrarte en una solo forma de escribir?

D.D: Claro, como te estaba diciendo, para el segundo libro que voy a editar, del que estuvimos hablando hoy y que después si querés hablamos de él, tuve que leer todo el material que tengo de los últimos años y busqué que tuvieran una temática parecida o afín porque yo escribo mucho con mis sentimientos, como decía hace un rato. Este cielo de ahora en Fray Bentos me puede inspirar escribir algunos versos y mañana voy a Santa Lucía y el río de Santa Lucía me puede inspirar otros y puede ser la temática totalmente diferente. Hoy el cielo de Fray Bentos me puede resultar la vida y mañana el río en Santa Lucía puede ser la muerte por ejemplo.



PdI: Me contaste que estás por editar dos libros, uno por Yaugurú y otro con una editorial nueva, San Juan. Contame un poquito con que nos vamos a encontrar.

D.D: Ahora prontito nomás, yo creo que en cuestión de días o de semanas (N.R. la nota es de Mayo) voy a publicar por editorial Yaugurú, gracias al gran amigo Maca (Gustavo Wojciechowski) un poemario que se llama “Café Sportman. Memorias” que tiene que ver con un lugar que era un bar, confitería y peluquería en Santa Lucía. Y bueno... tuve la suerte que al Maca le gustó mucho el poemario. La gran oportunidad de publicar con Yaugurú, que es una editorial que todos conocemos, con su responsabilidad y su dedicación a la literatura porque el Maca no solo poesía edita, sino también narrativa, pero fundamentalmente poesía y ahí tenemos un lugar donde poder publicar, muy recomendable, solo con hablar con él, ya está. Con la otra editorial, Libros de San Juan vamos a publicar un libro que se va a llamar... no, se llama “Poemas Des-leídos” y como te explicaba anteriormente, es como un especie de antología de varios años escribiendo poesía. También “Poemas Des-leídos, creo que afines de mayo o principios de junio, va aparecer a la venta al público, así que bueno, se pueden imaginar la alegría que uno puede tener con esto de imprimir... ehh, (se corrige) de editar.



PdI: ¿Es difícil se poeta? ¿Y en Uruguay?

D.D: En Uruguay, sí. Es difícil sí. Yo he andado por otros países y he conocido otros poetas y tienen más facilidades. Igual las editoriales en cualquier lugar del mundo se inclinan más por las novelas, en primer lugar, y después si tuviste éxito con la novela, seguramente, si tenés cuentos te editan los cuentos, y si también escribís poesía, en tercer, lugar creo que te editan poesía. Y bueno, acá también hay algo que nos perjudica y es que somos un país chico, pero bueno, uno se tiene que revolver como se pueda. Y acá viene la pregunta ¿uno para qué escribe? Si escribe para uno o si escribe para otros y yo cuando entro en este tipo de conversaciones siempre digo... yo escribo no solo para mí, escribo para alguien más también. Para que la otra persona que lo vaya a leer encuentre aunque sea un verso con que se sienta identificado, que lo represente o que lo haga sentir otras cosas. Abrir heridas, cerrar heridas. Abrir amores, cerrar amores.



PdI: ¿Hay algo sobre lo que no te interesaría escribir? ¿Hay temas tabúes o alejados de tus intereses, sea política, social o hasta románticamente, incluso?

D.D: En realidad no tengo definido qué, pero yo pienso que eso se da por etapas porque cuando yo era más joven llegué a escribir poesía política, por ejemplo y ahora en estos momento, no me sale, no me interesa. Además yo sé que hay otros poetas que sí, que lo hacen y lo hacen muy bien, y me parece que en el amplio espectro de poetas que hay en Uruguay, está bien que algunos escribamos poemas políticos y otros no. Me encanta a mí eso. Ya te digo, lo mío tiene que ver más que nada con los sentimientos, con los sentimientos de lo cotidiano, que tiene que ver con la soledad, con el amor, con la muerte, con eso en lo que parece que no pensamos pero sí pensamos.



PdI: Son los temas que eternamente han preocupado a los poetas, que se repiten y se repiten y nunca caducan.

D.D: Exactamente, exactamente. También digo eso, no estamos inventando nada nuevo los poetas de este siglo, de este siglo XXI. En realidad todos los que escribimos estamos escribiendo sobre lo que ya han hablado otros poetas desde la época de los griegos, sin duda. Porque por más que vos inventes... podés inventar como hizo Kubrick con La Naranja Mecánica que inventó un nuevo lenguaje, pero.. ahí quedó también el lenguaje ¿no? en eso... también está inventado, pero bueno... creo que lo que no está inventado es lo que uno siente. Porque si bien tenemos sentimientos... yo creo que tenemos sentimientos similares, en definitiva nunca vamos a poder escribir realmente lo que uno siente, porque es difícil, es difícil porque en realidad lo que estamos haciendo nosotros es... estamos interpretando sentimientos. Yo creo que pasa por ahí, que interpretamos sentimientos, y como vivimos en sociedad... en un entramado social que nos acerca unos a otros, por más que haya marginalidad por un lado y por otro no, los sentimientos siempre son los mismos. El asunto en esa interpretación está en cómo plasmarlo... en este caso, los poetas en la escritura.



PdI: El mundo ha cambiado mucho respeto a la posibilidad que tenemos hoy de comunicaros de encontrarnos, de conocernos, de leernos. Porque los medios y las redes sociales han hecho que todo se acerque más y ha sido más fácil conocer muchos más poetas de lo que capaz conocíamos hace veinte años atrás. En ese contexto ¿cómo vez la poesía de hoy en día? Tanto la que circula en los medios y la que se oficializa también.

D.D: Bueno... varias cosas sobre esto de las redes sociales. En primer lugar que está bueno que hayan redes sociales y que podamos publicar o mostrar lo que escribimos a través de ellas por medio de páginas que muchos conocemos, ¿no? Pero también esta el libro. Y si bien hay mucha gente que se resiente de esto, de escribir en las redes sociales, y hablemos claramente, en el Facebook que es lo que más moviliza exactamente. Yo a veces me resiento de escribir pero no dejo de admitir que está muy bueno y que lo voy a hacer porque es una forma también de mostrar lo que uno escribe por más que yo ame el papel, porque a mi me gustan más los libros, sentirles el olor... bueno, lo que ya sabemos sobre el libro. Sobre la poesía, bueno... sigue habiendo la diversidad en este Uruguay de hoy y algo que le he dicho a mis amigos que a raíz de estos movimientos en redes sociales me ha mostrado la cantidad de escritores que hay, la cantidad de poetas y me asombra eso. Porque siendo un país tan pequeño cómo puede haber tantos escritores, tantos poetas, por eso hablo de la diversidad. Por lo tanto en esa diversidad vamos a encontrar de todo un poco, hablemos así, claramente, de todo un poco. Nos podrá gustar o no lo que algunos escriben pero están ahí. De algún modo está bueno que haya también democracia en eso.



PdI: Y en cierta forma en lugares como Fray Bentos o Santa Lucia quizás el que escribía, antes se quedaba solo ahí. Y hoy en día tenemos una difusión mayor a través de esto.

D.D: Si, si, sin dudas. Porque mucha gente en Santa Lucía me encuentra como a cualquier vecino comprando pan o en la carnicería o andando en las calles y me saludan pero ya saben que yo me dedico a escribir. Y a través de estos nuevos medios de comunicación tecnológicos sabemos que hay otra gente que sabe que uno escribe también, y está bueno.



PdI: Para ir cerrando, contame Daniel cómo está la cultura allá en Santa Lucía. Se mueve, está chato, ¿ cómo se manifiesta?

D.D: Bueno, empezando que la cultura se mueve poco porque las instituciones públicas no ayudan mucho en ese sentido, siempre hay que andar remando para conseguir un lugar para encontrarse con otros colegas escritores para hacer por ejemplo un evento de lecturas, entonces ¿qué va pasando? Los escritores en la ciudad se van dispersando, se van encontrando menos. No quiere decir que se dejen de encontrar porque en algún momento, tarde o temprano se encuentran porque se buscan. En el teatro también, ahora que estoy en el teatro de lleno, de vuelta después de veterano otra vez en las lides teatrales, también anda por los mismo caminos, luchando. Por suerte tenemos un lugar donde hacer teatro, pero ha sido todo una lucha. Además el grupo tiene comprado un terreno y está en los papeleos, en la burocracia del papeleo para empezar después a construir y para empezar a construir se necesita dinero y no hay nadie que te apoye financieramente para hacerlo...



PdI: Igualmente nada desanima al artista ¿no?

No igual, igual. Siempre se busca un lugar dónde ensayar y dónde presentar la obra y siempre hay gente... jóvenes sobre todo, que se interesan por esto. Y eso es lo más importante, traer a los jóvenes con nosotros para mantener nuestra cultura porque en cierta forma estamos tratando de salvaguardar nuestra identidad como cultura uruguaya, si podemos decir que tiene una forma de ser la cultura uruguaya, una identidad propia. Yo creo que la sigue buscando más allá de la generación del '45, etc. etc. no vamos a entrar ahora en esas discusiones de identidad literaria o cultural pero... bueno. Yo creo que seguimos en la búsqueda y eso es lo más importante de todo.



NOTA: J.D.S. Para Poetas del Interior

(Siempre) Generando DESDE el interior

No hay comentarios:

Publicar un comentario